En algunas comunidades autónomas se ha llevado a cabo una iniciativa allí donde existen escuelas de Primaria e institutos de Secundaria. De forma meditada e intencionada han abierto sus aulas a voluntarios y docentes de apoyo para mejorar el funcionamiento de las clases y por tanto el rendimiento académico de los niños y adolescentes que forman parte del citado centro. Para ello el profesor cuenta con la oportuna colaboración de varios adultos más, éstos pueden ser o bien estudiantes universitarios en prácticas o cualquier otro que no tenga relación directa con la Universidad, ex alumnos, educadores sociales, profesores encargados de las clases de refuerzo lingüístico y de pedagogía terapéutica.
Inteligentemente también se ha echado mano de aquellos maestros jubilados, que de forma voluntaria, no quieren desprenderse de las clases como parte de su vida, ellos más que nadie saben, por su dilatada experiencia, como ayudar y mostrarse ante los docentes. Según el proyecto que se conoce como “comunidades de aprendizaje” lo que se pretende es reforzar a los alumnos dentro del aula, sin necesidad de sacarlos y que sea dentro del hábitat escolar donde reciban las aportaciones necesarias para incrementar los conocimientos y poder superar las metas mínimas establecidas.
Se actuó sobre aquellos estudiantes con bajo rendimiento, alumnos con conductas problemáticas o hijos de inmigrantes a los que no se les arreglaba su situación por no mejorar ni la convivencia ni el fracaso escolar en el que se encontraban inmersos y tomar la acertada decisión de intervenir a todo el grupo, se logra con ello no segregarlos de su ambiente al dejar en el aula a los alumnos que sufren en mayor o menor grado, las circunstancias citadas anteriormente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario