martes, 30 de diciembre de 2008

PERSPECTIVAS




Hoy imaginaba que cierto día, aquel en el que las guerras no tengan cabida en nuestra sociedad, quizás podamos decir que la visión sobre la educación en los centros escolares según el país que sea, es la misma.

Esto viene a colación de la guerra que recientemente se vive entre Palestina e Israel, combaten por algo que no se bien si tendrá importancia para llevarse por delante tantas y tantas vidas, seguramente tendrá la importancia que quiera darle aquel, que sentado en su poltrona, mira desde su rincón seguro los movimientos, que a modo de tablero de ajedrez, se producen en su territorio. Yo quisiera poder preguntar si pensó en las consecuencias educativas que para los niños que se forman (por supuesto aquél que viva) y se maduran al cobijo de las balas y las bombas, no tendrán un fruto dañino y pernicioso para la sociedad futura. ¿Tanto valen esos trozos de terreno como para que se pueda hipotecar el futuro a tan largo plazo?

A veces educar en el territorio nacional, puede que lleven al olvido de aquellos que no tienen ni gozan de la tranquilidad de nuestras escuelas, pero considero que la educación debe llegar más allá del aula, debe seguir incluso cuando los dirigentes se olvidan de la tierra que pisan y vuelan con unas decisiones que afectan al pueblo llano. Deberían existir docentes para que si los dirigentes se elevan como cometas, sujetar fuerte el hilo que los une a la tierra y no dejar de recordarles, que están para evitar sufrimiento y poder ofrecer un mayor bienestar.

La labor educativa en los centros escolares, donde el país entero se encuentra en guerra, minimiza el sufrimiento al que están expuestos estos menores y sus familias, bien sean con hacerles olvidar por un momento la cruda realidad a la que son sometidos, pero antes se hubiera “educado” bien a los dirigentes, a esos que mandan con frialdad, o se les hubiera rodeado de asesores “buenos” (que no es igual que buenos asesores), quizás no hubiera que vendar los ojos a tantos inocentes. Todo en esta vida es cuestión de perspectiva.

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